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lunes, 26 de septiembre de 2011

HIJOS DE DIOS


Somos hijos en el Hijo.
La libertad que Dios ha otorgado al hombre, creado a su imagen y semejanza es real. El hombre, criatura de Dios, ha sido adornado con la libertad,que utilizada según la voluntad de Dios, muestra el culmen de la Obra del Creador, su amor por su criatura, para hacerle exclamar: y vio Dios que todo era bueno.
En efecto.... ¿sería bueno el Paraíso sin libertad? ¿Es que el Amor de Dios se impone por la fuerza bruta?

Dios lo hizo todo bien y adornó al hombre con la libertad, poder autónomo para elegir entre el bien y el mal, con la responsabilidad que de ello se deriva y sus consecuencias. Pero nuestra libertad, ni minora ni coarta la ABSOLUTA LIBERTAD DE DIOS para hacer lo que quiera. ¿O es que Yo no puedo ser bueno porque vosotros sois malos?
Escrito está: 
Ante ti pongo bien y mal, escoge el bien para que vivas, no escojas el mal porque morirás.(Dt)

Con más claridad nos lo presenta Ezequiel, cuando acentúa la libertad y la responsabilidad personal:

Ez. 18.Cuando el justo se aparta de su justicia, comete la maldad y muere, muere por la maldad que cometió.Y cuando el malvado se convierte de la maldad que hizo y practica el derecho y la justicia, él mismo salva su vida. Si recapacita y se convierte de los delitos cometidos, ciertamente vivirá y no morirá.»

Y más aún en San Mateo, 21... Un hombre tenía dos hijos.

Se acercó primero y le dijo: "Hijo, ve hoy a trabajar en la viña." El le contestó: "No quiero." Pero después recapacitó y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: "Voy, señor. " Pero no fue. ¿Quién de los dos hizo lo que quería el padre?»Contestaron:
- «El primero.»

Jesús les dijo:
- «Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia, y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no recapacitasteis ni le creísteis.»

No es que Jesús justifique la conducta de publicanos y prostitutas, sino que recalca la necesidad de "convertirse". Juan predicaba un evangelio de conversión anunciando la salvación en el que venía tras él: " Pasando Cristo dijo: ese es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo".

Sin embargo el hombre escogió la muerte. No recapacitó ni creyó en Dios.

 Las consecuencias fueron que Dios encerró  a todos bajo el pecado....Pero, por su infinita misericordia, lo hizo   "para usar con todos de misericordia .....y salvar a todo el que Cree en Cristo Jesús:
 "Si por un hombre vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección. Si por Adán murieron todos, por Cristo to dos volverán a la vida. Pero cada uno en su puesto: primero Cristo, como primicia; después, cuando él vuelva, todos los que son de Cristo; después los últimos, cuando Cristo devuelva a Dios Padre su reino, una vez aniquilado todo principado, poder y fuerza.( 1Cor.15)
Dejad de engañaros: malas compañías estragan buenas costumbres. Sacudíos la modorra, como es razón, y dejad de pecar. Ignorancia de Dios es lo que algunos tienen; os lo digo para vuestra vergüenza.


Por eso Dios en Cristo Jesús, no sólo hizo nuevas todas las cosas, sino que en Él  las recapituló todas, las del cielo y las de la tierra. De manera que ya no atiende Dios a otra cosa sino a la fe en su Hijo Amado, sólo el sacrificio del Hijo es agradable al Padre....y sólo por Él, con Él y en Él podemos agradarle y darle Gloria.
Y a la vez el Amor de Dios se nos ha manifestado, todo y enteramente, en Cristo Jesús, Nuestro Señor.


San Policarpo alentaba así a a la Iglesia de Filipos :

Me he alegrado también al ver cómo la raíz vigorosa de vuestra fe, celebrada desde tiempos antiguos, persevera hasta el día de hoy y produce abundantes frutos en nuestro Señor Jesucristo, quien, por nuestros pecados, quiso salir al encuentro de la muerte, y Dios lo resucitó, rompiendo las ataduras de la muerte. No lo veis, y creéis en él con un gozo inefable y transfigurado, gozo que muchos desean alcanzar, sabiendo como saben que estáis salvados por su gracia, y no se debe a las obras, sino a la voluntad de Dios en Cristo Jesús.



Dios Padre, quiere que todos los hombres sesalven por la fe en su Hijo Jesucristo Nuestro Señor.
Esa es la voluntad de Dios que todos los hombres se salven.

Esta es la voluntad del Padre: que creáis en el que Él os ha enviado, su Hijo amado, Cristo Nuestro Señor.


San Pablo a Flp.1....... les decía:

Y ésta es mi oración: que vuestra comunidad de amor siga creciendo más y más en penetración y en sensibilidad para apreciar los valores.
                                                                                    Así llegaréis al Día de Cristo limpios e irreprochables, 
cargados de frutos de justicia, por medio de Cristo Jesús, a gloria y alabanza de Dios.

¿Por qué cargados de frutos?....... Porque el sarmiento unido a la vid da mucho fruto. No se enciende una lámpara para ponerla debajo del celemín, sino en alto para que alumbre a toda la casa. Vean así vuestras obras y alaben a vuestro Padre que está en los cielos.

Bendito sea el Señor, que ha hecho por mí prodigios de misericordia.


¿Entonces, las obras no cuentan para nada?    Yo daré a cada uno según sus obras.

Las obras, como el fruto del sarmiento, son el resultado del árbol que sólo Dios, por Cristo Jesús, ha plantado en nuestro corazón. ¿Cómo no va a querer el Padre nuestras obras buenas, por las que se dan a conocer los Hijos de Dios?

Por sus frutos los conoceréis.

No todo el que dice Señor Señor entrará en el Reino  de los cielos, sino el que haga la voluntad de    

Padre que está en los cielos. Y la voluntad del Padre es que deis fruto abundante.

San Policarpo se lo decía así a los Flpss.  "Y, ya que sabemos que con Dios no se juega, nuestro deber es caminar de una manera digna de sus mandamientos y de su voluntad. De una manera semejante, que los diáconos sean irreprochables ante la santidad de Dios, como ministros que son del Señor y de Cristo, no de los hombres: que no sean calumniadores ni dobles en sus palabras ni amantes del dinero, sino castos en todo, compasivos, caminando conforme a la verdad del Señor, que quiso ser el servidor de todos. Si le somos agradables en esta vida, recibiremos, como premio, la vida futura, tal como nos lo ha prometido el Señor al decirnos que nos resucitará de entre los muertos y que, si nuestra conducta es digna de él y conservamos la fe, reinaremos también con él.


Y más:
"Aquel que lo resucitó de entre los muertos nos resucitará también a nosotros, si cumplimos su voluntad y caminamos según sus mandatos, amando lo que él amó y absteniéndonos de toda injusticia, de todo fraude, del amor al dinero, de la maldición y de los falsos testimonios, no devolviendo mal por mal, o insulto por insulto, ni golpe por golpe, ni maldición por maldición, sino recordando más bien aquellas palabras del Señor, que nos enseña: No juzguéis, y no os juzgarán; perdonad, y seréis perdonados; compadeced, y seréis compadecidos. La medida que uséis la usarán con vosotros. Y: Dichosos los pobres y los perseguidos, porque de ellos es el reino de Dios.

Estos frutos, dice San Hilario, brotan del Espíritu Santo que Dios da a los que le obedecen:

"A nosotros, los renacidos por el sacramento del bautismo, se nos concede un gran gozo, ya que experimentamos en nuestro interior las primicias del Espíritu Santo, cuando penetra en nosotros la inteligencia de los misterios, el conocimiento de la profecía, la palabra de sabiduría, la firmeza de la esperanza, los carismas medicinales y el dominio sobre los demonios sometidos. Estos dones nos penetran como llovizna y, recibidos, proliferan en multiplicidad de frutos.



Por contra,     las malas obras son vituperadas por el Profeta Isaías así:

 Isaías 5, 8-13. 17-24
¡Ay de los que añaden casas a casas, y juntan campos con campos, hasta no dejar sitio, y vivir ellos solos en medio del país! Lo ha jurado el Señor de los ejércitos: «Sus muchas casas serán arrasadas, sus palacios magníficos quedarán deshabitados, diez yugadas de viña darán un tonel, una carga de simiente dará una canasta.»

¡Ay de los que madrugan en busca de licores, y hasta el crepúsculo los enciende el vino! Todo son cítaras y arpas, panderetas y flautas y vino en sus banquetes, y no atienden a la obra de Dios, ni miran las acciones de su mano. Por eso mi pueblo va deportado cuando menos lo piensa; sus nobles mueren de hambre, y la plebe se abrasa de sed. Corderos pastarán como en sus praderas, chivos tascarán en sus ruinas.

¡Ay de los que arrastran la culpa con cuerdas de bueyes, y el pecado con sogas de carretas! Los que dicen: «Que se dé prisa, que apresure su obra, para que la veamos; que se cumpla en seguida el plan del Santo de Israel, para que lo conozcamos.» ¡Ay de los que llaman al mal bien y al bien mal, que tienen las tinieblas por luz y la luz por tinieblas, que tienen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo!

¡Ay de los que se tienen por sabios y se creen perspicaces! ¡Ay de los valientes para beber vino y aguerridos para mezclar licores; de los que por soborno absuelven al culpable y niegan justicia al inocente! Como la lengua de fuego devora el rastrojo y-la paja se consume en la llama, su raíz se pudrirá, sus brotes volarán como tamo. Porque rechazaron la ley del Señor de los ejércitos, y despreciaron la palabra del Santo de Israel."--------------------

Pero como dice San Agustín:  "En la cruz se realizó un excelso trueque: allí se liquidó toda nuestra deuda, cuando del costado de Cristo, traspasado por la lanza del soldado, manó la sangre, que fue el precio de todo el mundo".


¿De qué copa se trata? Sin duda de la copa de la pasión, copa amarga y saludable, copa que debe beber primero el médico para quitar las aprensiones del enfermo. Es ésta la copa: la reconocemos por las palabras de Cristo, cuando dice: Padre, si es posible, que se aleje de mi ese cáliz.

De este mismo cáliz, afirmaron, pues, los mártires: Alzaré la copa de la salvación, invocando su nombre.


Pues.............
Para ser Hijos de Dios hemos de hacer sus obras: Si Dios es nuestro Padre, haremos las obras de Dios: 
Sed santos como vuestro Padre celestial es Santo. No Juzguéis, perdonad...con la medida que midiereis, seréis medidos.

Y lo
 poseeremos

Quien reconoce al Hijo posee también al Padre.  

“Todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús;”


"Vosotros, en cambio, procurad manteneros en la doctrina que desde un principio escuchasteis. Si en vosotros permanece la doctrina que oísteis desde el principio, permaneceréis en el Hijo y en el Padre. Y ésta es la promesa que él nos hizo: la vida eterna.                     (1Jn.2...)


Y  Mateo 5:44 ;      
                                         Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; 
5:45 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. 
5:46 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? 
5:47 Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles? 
5:48 Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.